martes, 5 de abril de 2011

Capítulo 37. Reconciliación.

Y entonces me doy cuenta de que estoy cometiendo el peor error de mi vida, que como le pierda voy a estar reprochándomelo todo lo que me quede de vida. Así que, en un ataque impulsivo muy propio de mí, abro la puerta y echo a correr.
Y aquí estoy yo. Corriendo descalza bajo la lluvia, tan solo cubierta por mi camisón azul. Noto las gotas de lluvia impactar contra mi piel, mojarme el pelo y hacerme la ropa más pesada a cada paso. Pero me da igual. En cierto modo es agradable, como si me estuviese limpiando de todo lo malo que había poblado mi vida en los últimos meses.
Y ahí está él.
-¡Christian!
Se da la vuelta sorprendido, con el tiempo suficiente para agarrarme en brazos antes de que caiga. Le abrazo con todas mis fuerzas, besándole en la boca. Él me alza en el aire mientras me devuelve el beso. La lluvia cae sobre nosotros como lágrimas de quien presencia por fin un final quasi perfecto.
Es posible que al fin y al cabo el amor sí que exista y solo tenía que darle una oportunidad como me dijo Christian.
-No estoy saliendo con esa chica. ¿Lo sabes, no?- me dice cuando nos separamos. Asiento con la cabeza. Él se pasa la mano por el pelo con un suspiro y una sonrisa- Supongo que ahora debería decirte cuánto te quiero. A pesar de que no se me da nada bien. ¿Recuerdas cuando nos conocimos?
-Me pillaste intentando robarte.
Suelta una carcajada.
-En realidad no te propuse lo de trabajar conmigo porque tuvieses talento, aunque no se te da mal, sino porque tenías la mirada perdida y aire de estar muy necesitada. No quise admitirlo, pero fue en ese momento cuando me enamoré de ti. En ese momento sentí que podía arreglar mi vida, dirigirla por un rumbo diferente, mejor. Ayudar a alguien que lo necesitase. Y creeme que tú lo necesitabas. Has sido mi señal para el camino correcto.- Me aparta un mechón de cabello de la cara con suavidad. Estoy tan mojada que ya no siento la lluvia contra mi piel.
-Supongo que cuando dijiste que a veces había que darle una oportunidad al amor te referías a esto, ¿no?
-¿Cómo no puedes creer en el amor?
-No había tenido razones antes.
Me vuelve a besar y siento que a partir de ahora todo va a estar bien. Que por una vez en toda mi vida este no va a ser un momento feliz que preceda a una catástrofe. Siento que esta no es la antesala de la oscuridad, siento que, por fin, y a pesar de los malos momentos, he encontrado mi punto feliz.

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